162 PEDRO PRADO —Galindez y Muhoz, su merced. Una breve sonrisa de respiro alivio al secretario. —iCual es su declaration? —Si no les hicimos nada, senor. Los demas ninos, talvez.. .Nosotros estabamos de mirones. —Para que vienes con mariconadas—interrumpio su companero.— Yo le dire la verdad, senor juez. Me he dado un gusto, y debo pagarla; lo demas no es de hombre. Me llamo Angel Osorio. —Le dicen el «Chicha fresca», un sinvergiienza—anofo el comandante. —Vaya con el apodo, tiienes la embriaguez belicosa? —No hay tal, senor. Estabamos bebiendo con mi compadre Juan y otros ninos. Celebrabamos un cerdito lechon. Todos reiamos contentos. Pero acerto a pasar este sargento con una facha que habia que verlo... Montando un caballo flaco y panzudo . la bestia mas flatulenta que he conocido! iNo era para reir? A esos pobres brutos los alimentan solo con paja; estan mas faltos de fuezas. .! Con un soplido

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