CALIENTA LA TIERRA Los perros aguardaban: grandes y pequenos, de pelaje corfo o de largas lanas, escualidos los mas, viejos algunos, con bigotillos canosos, los ojos negros y salientes, las cejas peludas. Solaguren les arrojo las cascaras del queso y el sobrante del pan. Todo lo devoraron instantaneamenfe, y revueltos con gallinas infrusas y polios entecos tornados por el moquillo, quedaron, otra vez, atentos, esperando..

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