34 PEDRO PRADO guiar por su solicito y expedito secretario, y firmo cuando esfe le dijo, para que compareciese el demandado: por medidas precautorias, reteniendo los muebles; por desahucio; por nofificaciones sobre esto y aquello. —dNo se podria abreviar—pregunto el juez con voz timida y dudosa—refundiendo todos los cargos y peticiones en un solo escrito? El secretario incline la cabeza, lanzandole por sobre sus lentes una mirada de despreciativo asombro. —No es posible, Usta. Voy a leerle las terminantes disposiciones de la ley. —No, no se moleste usted. Era una simpie indication Pero ya el hombrecito gordo habia encontrado los arttculos del caso y leta con voz enfatica. Solaguren, mohino por la actitud de su subordinado, prometiendose no provocar en adelante sus conocimientos legales, quiso no prestarle atencion. —Bien... bien—decia—basta... Pero el secretario, lanzado en aquella lectu-

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