UN JUEZ RURAL 63 el resultado de ambas reproducciones fuese tan distinto? De regreso, entrada la noche, ya de sobremesa, Solaguren de pronto sonrio a sus oscuros pensamientos. Isabel, intranquila ante su actitud de sonambulo, lo vio escribir con avidez en su libreta de apuntes. —dQue anotas? qEn que te has lievado pensando? —Nada, mujer; nada. Y el juez, nervioso, como si hubiese sido sorprendido en la mas profunda intimidad, rapido, escribia con su menuda letra indescifrable: «Todas las cosas se entrelazan con sus mutuos reflejos, y cada una de ellas se prolonga en el ambiente que la circunda como para alcanzar su verdadero y pleno significado. Pero qcuales son los limites de ese ambiente? Cada observador lo fija a su antojo. Ver resulta ser, asi, arbitrariedad de limitacion».

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzg5NTA=