56 PEDRO PRADO —A don Beno lo tenia ocupado por mi cuenta para que desmalezara 'mis siembras. Dice esta senora que el le vendio todos los almacigos en cincuenta pesos y que se los pago anticipados. jCincuenta pesos, senor, por siembras que valian d6scientos! Son mas de cien varas de melgas muy tupidas... Por lo demas, yo no tengo nada que ver en el asunto. Pero qcomo es posible que ella no reparase en que don Beno no esta en sus cabales? —dQue replica usted, senora?—indago el juez. —qComo iba a saber yo que es un {onto? Y no lo sera, cuando le sobra inteligencia para enganar a la gente honrada. Solaguren no podia ocultar una vaga sonrisa placentera. —Don Beno—dijo—ptiene algo que agregar? —dYo? qyo?—exclamo el infeliz con el mas comico de los asombros. —El juez se alegra—comenzo a decir Solaguren—de ver este asunto con meridiana cla-

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzg5NTA=