256 PEDRO PRADO franquilo el espejo; miraba esas aguas inmoviles que envolvian su imagen. dHacia donde se abria ese otro aposento? dHacia donde? Por el podia caminar un hombre, y, sin embargo, aquel hombre, aquel aposento, y todo el mundo, si alii se reflejara, no ocuparia sitio alguno! dHacia donde se abren los espejos? Y ese desconocido que nunca encontrara en ningun camino de la tierra jese era el! lo que sus amigos veian de el; lo que su mujer besaba; lo que sus hijos llamaban padre! Y al palpar el espejo, e! desconocido estiro tambien su mano y la apoyo en el otro lado del cristal, alii donde Solaguren puso la suya; y en ambos, a un mismo tiempo, nacio identico impulso... ipero las manos, sin poder estrecharse, quedaron separadas por algo frio e infranqueable! BIBLIOTECA •:AGONAL SECCldN CHILENA

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzg5NTA=