UN JUEZ RURAL 241 Y Solaguren comenzo a sentir cierto placer al constafar que su pensar volviase mas agil, su razonamienfo mas agudo, y un desenfado, del que se encontraba ufano, le fue poseyendo. —iMozol traiga una botella de champagne. —No seas loco! —iQue? —Nos embriagaremos. —Solo haremos virar la apreciacion de las cosas... —Los que van a virar, son nuestros pasos. —Mozo, no le haga caso! Pero ya el mozo volvta con una botella metida en un bote de hielo. —Abrala—ordeno Solaguren. Mozarena se rindio. Y bebieron largamente. —-Mira que beber champana solos... —dCafe? —Cafe! —Y cigarros? —dQuieres?—ofrecio Solaguren. —Prefiero mis cigarrillos. —Yo no fumo. 16
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