UN JUEZ RURAL 207 tras se sentaba en la cama, vio vacto el lecho <Je Isabel. Paso de una en otra habitacion, y fodas estaban solifarias. Observando por la ventana que miraba hacia el mar diviso, muy distante, un grupo de gente en el que reconocio a su mujer y los ninos. Que punzante vuelvese la realidad desconocida! Los muebles improvisados, las corfinas de crefona, las tablas del piso, los clavos en las paredes, el espejo del peinador con el azogue corrotdo, la forma y el color de las puertas, las cerraduras mohosas, toda esa casa vista por primera vez era punzante de confemplar por el sacudimiento que sufrian las sensaciones disparadas a sugerencias extranas! Costabale a Solaguren adquirir clara conciencia de que aquello era real. Herido a la vez por tantos detalles desconocidos, su pensamiento se embarazaba y su conciencia dejaba de funcionar con la tranquilidad habitual. Con que placer se lavo una y otra vez! Hundia la cabeza en el agua, avido de volver a la realidad. Siempre con algo de desorientacion, salio a
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