EL PUEBLO ABANDONADO La carrefa en que venian las camas se refraso, llegando muy entrada el alba. Todo ha bia sido un acumularse de contratiempos. En los sofaes desvencijados, en grupos de siilas, arropados aun con carpefas, manias y corfinas, algunos a medio vestir, durmieron aquella primera noche. Un postigo golpeaba enloquecido. Hacia la media noche, el viento arrecio furioso; despues

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