UN JUEZ RURAL 189 cance medios para lograrlo? A mi disposition solo se ofrecian la barra, el calabozo, los trabajos forzados... No he sido un juez; he sido solo la mitad de un juez, la mitad ingrata y triste! De aquella decanfada dignidad que constituyo el afractivo, el lazo que me hizo aceptar honrado el desempeno de juez; solo me tue dada la parte cruel y sombria. No es esto aun lo que motiva la base fundamental de mi renuncia. La verdad es, senor Intendente, que estoy confuso hasta la angustia. Tarde, demasiado tarde, con gran dificultad, vislumbrandolo apenas, vengo a caer en la cuenta de que la justicia es un deseo, un ansia, lejos de nuestra medida y distante de toda humana comprension. Aplicar las leyes, despues de estudios especiales, comprendo que es posible; pero como Ud. sabe, mi ignorancia de ellas me llevo a juzgar en conciencia. Encontrandome sin guta, abandonado a mi mismo, y urgido cada vez, a pensar de todo lo mas fundamentalmente que
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