188 PEDRO PRADO sabor y un desprecio para conmigo mismo, como debe tenerlo aquel que no domina una materia por el saber cierto o no queda bajo ella en la paz de una ignorancia tranquila. No es esto solo, senor Intendente. Durante dos largos meses he sido llamado juez, sin ser, durante todo ese tiempo, en realidad otra cosa que una prolongacion de la policta. Ante mt solo acudian los que pedtan un castigo para sus projimos. Los funcionarios que la Sociedad llama sus jueces son simples dispensadores de escarmientos. qDebe. en consecuencia, darse ese noble dictado a quien no puede premiar y traer placer alguno, viendose recluido unicamente a procurar dolor y nunca otro goce que el de una restitucion mermada? Sin desearlo, latalmente, el juez resulta ser, en muchos casos, no solo el que nos devuelve lo que es nuestro, sino el depositario de nuestros mas bajos y cobardes deseos. qPude yo, en todo el tiempo corrido desde el comienzo de este verano hasta la fecha. premiar alguna bella accion? qTuve a mi al-

RkJQdWJsaXNoZXIy Nzg5NTA=