UN JUEZ RURAL 153 losmuy zafados lo gastaron en volanfines. Yeste caballo ya lo ve... por las calles ramonea basuras; fraga mas papeles que un abogado! Los chiquillos, lo dejan suelto... Que van a hacer...! —Pero esos muchachos se van a morir de hambre!—exclamo Mozarena. —iY quien los va a aguantar? Yo me los hubiera llevado; pero... no... no; son tan palomillas! Ambos amigos siguieron preguntando, preguntando al cochero gordo. Y fue ast, por la catda ~de un caballo escualido al foso de un camino, como. nuevamente, quedo interrumpida otra tela de Mozarena, y aquella esponjada beatitud de Solaguren, volvio a contraerse hasta penetrar, otra vez reducida, a la tristeza cotidiana!
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