UN JUEZ RURAL 107 quenos y deformados por el trabajo, nuevos y miserables eunucos, Calienta la Tierra, cuya sola presencia hada pensar en extranas dignidades, en un reino ausente, y en una filosofia superior a los vanos conceplos, era como un ocioso potro altivo enlre gruesas yeguas de cria y escualidos caballos de faenas.
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