madre vocal con el velo echado sobre la cara. Una débil luz aclaraba apenas el locutorio. La priora examinó a Jean Valjean. Nada escu-driña tanto como unos ojos bajos. Después le preguntó: —¿Sois el hermano? —Sí, reverenda madre —respondió Fauchelevent. —¿Cómo os llamáis? Fauchelevent respondió: —Ultimo Fauchelevent. Había tenido, en efecto, un hermano llamado Ultimo, que había muerto. —¿De dónde sois? Fauchelevent respondió: —De Picquigny, cerca de Amiens. —¿Qué edad tenéis? Fauchelevent respondió: —Cincuenta años. —¿Qué oficio? Fauchelevent respondió: —Jardinero. —¿Sois buen cristiano? Fauchelevent respondió: —Todos lo son en nuestra familia. —¿Es vuestra esta niña? Fauchelevent respondió: 197

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